Hoy me he despertado a las cinco y media, no para presumir ahora de ello sino para poder empezar un nuevo día.
La ilusión le ha podido al sueño. La ilusión le ha podido incluso al amanecer.
Uno podría preguntarme:
—¿Y qué se supone que era eso tan genial que tenías que hacer a esas horas?
A lo que yo contestaría:
—Leer la Biblia.
Que es justo lo que he hecho. Estaba por terminar el evangelio de Juan y no he podido esperar. Me he intentado volver a dormir pero ha sido imposible.
Quizá pienses que eso es muy aburrido. Y puede ser que para muchos lo sea pero… para mí no. Y al fin y al cabo, ¿no se trata de eso? ¿De construirse una vida propia? ¿De vivir una vida que te guste?
9/1000
FUERZA Y PAZ.