«No es necesario que hagas de todo sino que lo que hagas lo hagas muy bien».
Esto me dijo Sam, mi primer jefe, cuando tenía yo apenas 16 años.
Y cuánta razón tenía.
Lo que pesa, lo que de verdad cuenta al final es detectar esas pocas cosas importantes que hay en la vida y hacerlas realmente bien.
Porque si lo logramos, viviremos bien. Y seremos felices.
Punto.