La Biblia dice que si un hermano te pide que camines con él una milla, que le acompañes dos. Ciertamente no sugiere que le retrases en su viaje. Tu dedicación a un hermano no puede tampoco retrasarte a ti. Sólo puede conducir a un progreso mutuo. El resultado de una dedicación genuina es la inspiración, palabra que, si se entiende correctamente, es lo opuesto a la fatiga. Estar fatigado es estar des-animado, mas estar inspirado es estar en el espíritu. (…) Los verdaderamente inspirados están iluminados y no pueden morar en las tinieblas.