Podríamos definir el éxito en la vida como la expansión continuada de la felicidad y la realización progresiva de objetivos que merecen la pena. […] El éxito tiene muchas facetas; la riqueza material no es más que una de ellas. Además, el éxito es un viaje y no un destino. […] Pero dentro del éxito también se incluyen la buena salud, la energía y el entusiasmo por la vida, las relaciones personales que nos llenan, la libertad creativa, la estabilidad emocional y psicológica, la sensación de bienestar y la tranquilidad de espíritu.
Aun viviendo todas esas cosas, seguiremos sin realizarnos mientras no cultivemos los simientes de divinidad que están dentro de nosotros.