«El individuo se halla en caótica estado de incertidumbre porque desconoce su propósito. El problema del mundo no está resuelto porque el individuo no ha resuelto su propio problema. El problema individual es el problema del mundo. Si un individuo es infeliz y está descontento y disgustado, el mundo que le rodea estará sumido en tristeza, descontento e ignorancia. Si el individuo no encuentra su meta, el mundo no encontrará la suya. No es posible separar al individuo del mundo. El mundo y el individuo son uno. Si el problema individual puede resolverse por comprensión, también por comprensión podrá resolverse el problema del mundo. Antes de que podáis dar comprensión a los demás, debéis tenerla vosotros. Cuando establezcáis la Verdad en vuestro corazón y vuestra mente, allí morará para toda la eternidad».