Donde haya esperanza habrá fortaleza.
Mi corazón se hizo fuerte en la esperanza.
Ahuyentó la debilidad.
Me devolvió la energía.
Las ganas de seguir adelante.
Fue por la esperanza que levanté el mentón.
Que me sacudí el polvo de mis ropas.
Que alcé la vista al cielo y dije: vamos, otra vez.
Por mucho, la esperanza es lo mejor que tengo.
FUERZA Y PAZ.