Un emprendedor debe aprender a vivir en un equilibrio constante entre la humildad y la autoconfianza.
Debe saber cuándo escuchar una crítica y cuándo no.
Cuándo aceptar un consejo y cuándo no.
El emprendedor, en resumidas cuentas, debe reconocer exactamente cuándo confiar en sí mismo y cuándo ponerse en duda.
Cuándo tiene razón y cuándo no.
El emprendedor inseguro termina en quiebra.
El emprendedor ególatra, también.
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FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.