Si el mundo no se ha ido a la mierda ya ha sido por la acción individual de hombres y mujeres fuertes y valientes a lo largo de la historia.
Cuando la fortaleza y la valentía mueran, el mundo perecerá definitivamente.
Porque cuando el caos se extiende lo único que puede reinstaurar el orden es, precisamente, la fuerza y la valentía. Y nada más puede.