Si elimino el dolor innecesario, tendré fuerza para soportar el inevitable.
Soy consciente de mis límites. Del tiempo y de mi energía.
Sé que no puedo con todo. Ni yo ni nadie.
Y sé que tengo que medir mis fuerzas, para poder ser fuerte cuando de verdad sea necesario.
Por eso no pierdo un segundo ni una gota de sangre en cualquier envite.
Solo estoy para lo que importa. Para lo importante.
No estoy dispuesto a sufrir por minucias ni batallitas.
Mi dolor será para cosas grandes o no será. Punto.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.