Se consigue más con orden y organización que con esfuerzo.
Lo tengo clarísimo.
La gestión del tiempo, amigo mío, es crucial.
Con un buen plan, todo cuesta menos.
Acuérdate del cuento del leñador y el hacha, te lo contaré en versión muy resumida:
Había un hombre que quería talar un árbol y llevaba horas en ello. En un momento dado un leñador experto pasó por el lugar y le vio jadeando y sudando a mares del esfuerzo. Rápidamente se dio cuenta de que el árbol no era tan grueso ni duro como para que aquel hombre no pudiese derribarlo en unos pocos hachazos así que se fijó en el hacha que llevaba. Estaba mellada, no tenía filo. Es como intentase cortar el árbol con un bate de béisbol, pensó. Se acercó al hombre y le dijo:
—Oiga buen señor, creo que le conviene parar y afilar el hacha.
A lo que el otro, mirándolo con cara de indignación y enfado, le dijo:
—¡Qué más quisiera yo que poder pararme a afilar el hacha! ¡¿Pero no ve que estoy muy ocupado ahora intentando talar este árbol?!
No, no se trata tampoco de no esforzarse, claro que no. Se trata de ser tan esforzado como inteligente, tan esforzado como organizado.
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FUERZA Y PAZ.