Cuando apetece, todo el mundo es fuerte y disciplinado.
Con viento a favor todos dan la talla.
Pero con viento en contra, empujándote la cara y haciéndote cerrar los ojos, la cosa se complica. En ese escenario, muchos se dan la vuelta y se marchan a casa.
«Ya iré mañana, hoy es demasiado difícil«.
`Pero… ¿y si resulta que en ese camino el viento siempre sopla así?
¿Ya no querrás andarlo?
¿No es un buen camino solo porque sea difícil?
Solo debes seguir una máxima: hacer lo que es debido.
Sea difícil o no.
Te apetezca o no.
Quieras o no.
Ayude el viento o no.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.