Si no crees en tus hijos lo más probable es que ellos no crean en sí mismos de adultos.
Y un adulto que no cree en él es un adulto incompleto y en una permanente cuesta arriba.
Haz un favor a tus hijos y hazles sentir que crees en ellos. Hoy. Ya. Y siempre.
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FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.