Diálogo con una clienta sobre su ruptura:
—Aún no lo entiendo, Joan.
—¿Qué no entiendes?
—Pues el porqué. Por qué me dejó. Yo le trataba bien.
—Yo eso no lo pongo en duda. Y tú tampoco deberías.
—¿Entonces?
—Es que no es suficiente. Es imprescindible tratar bien al otro pero no siempre es suficiente. No todas las parejas que rompen se tratan mal.
—¿Cómo puede ser?
—¿Quieres oírlo? ¿Seguro?
—Sí, por favor.
—Vale. No quería que fueses tú quien le tratase bien. Ya está. ¿Lo entiendes?