«Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal» —Mateo 6:34.
Es uno de los versículos que más me calma de toda la Biblia.
Y es así porque a veces me afano. Sí. Me entran las prisas. La impaciencia.
Me quiero ir ya al monte. Y quiero arreglarle ya la vida a los míos.
Entonces voy a mi despacho, dispuesto a hacer algo al respecto. Pero nada más sentarme veo mi Biblia sobre el escritorio y me acuerdo de ese versículo. Y me calmo.
Porque Jesús así me lo pidió. «No te afanes, Joan, porque yo sé el momento mejor que tú. Y también sé la forma mejor que tú», es lo que me imagino que me diría.
Entonces me humillo, en el mejor sentido del término y le digo: «En tus manos lo dejo, confío más en ti que en mí».
Siempre tengo una Biblia cerca por cosas así. Porque es muy fácil distraerse. Olvidar. Despistarse. Y desviarse.
4/1000
FUERZA Y PAZ.
PD: Quedan menos de 20 días para que salga mi libro. Menos de 20 días para que puedas conseguir gratis una masterclass exclusiva sobre el impacto de la decisiones en nuestra vida. No te lo pierdas: https://joangallardo.es/mi-nuevo-libro-ya-en-preventa/