Si tuvieras más confianza, serenidad y paciencia… serías imparable.
No habría manera de derribarte. Así que:
- Confía en ti, hasta las últimas consecuencias, sin engañarte jamás.
- No te dejes llevar por tus emociones, sean éstas positivas o adversas.
- Y ten paciencia. La mayor parte de las veces, para ganar, sólo hay que esperar el tiempo suficiente.
No todo está en la cabeza, pero sin lo que está en la cabeza estás perdido.
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