Ayer una persona me preguntó:
«¿Cómo sé que no me estoy mintiendo?»
En primer lugar, no termino de creerme que uno no sepa en el fondo cuándo se está mintiendo, pero bueno, daré validez a la pregunta.
Mi respuesta fue:
—Intenta refutarte como si lo que estás diciendo o pensando lo estuviese pensando o diciendo un acusado de un delito sobre el que hay que descubrir si miente o dice la verdad y tú fueses el juez. Pregúntate «¿es cierto esto que estoy diciendo o pensando? ¿Contiene verdad esto que estoy diciendo o pensando? ¿Puedo demostrar la inconsistencia o falsedad de lo que estoy diciendo o pensando?».
Ahora bien y para terminar, cuando alguien quiere ir hasta el final con su mentira, ni Dios puede cambiar esto. Igual que Dios no puede hacer un círculo cuadrado tampoco puede hacer que el que quiere creerse sus propias mentiras deje de hacerlo.
SUSCRÍBETE A MI NEWSLETTER Y CONSIGUE UNA LISTA DE LOS 100 MEJORES LIBROS QUE HE LEÍDO EN MI VIDA