Es una pregunta muy habitual. Demasiado.
Y digo demasiado porque no me gusta. Y no me gusta porque lleva incluida en ella la percepción de que «no se está meditando correctamente». Cosa que habría que analizar con detenimiento y buen juicio.
Porque puede que la única forma incorrecta de meditar sea hacerlo pensando que puede hacerse incorrectamente.
Cuando te predispones a meditar «correctamente» estableces un escenario durante la meditación donde creas una expectativa que esperas cumplir. Piensas cosas como «durante la sesión tendría que notar esto y aquello» o «los pensamientos deben detenerse o no debo detenerme yo en ellos» y la famosa «debo dejar la mente en blanco».
Entonces, si meditas y algunas de estas cosas no va como esperas… dices que has meditado incorrectamente.
Mal enfoque.
Salvo por esto, es imposible «meditar mal».
La meditación está a tu servicio, no tú al servicio de la meditación.
En una sesión de meditación libre y sincera… sucederá lo que tenga que suceder.
Para muchas personas, la meditación contiene unos beneficios que se notan, sobre todo, cuando pasan días o semanas sin meditar. No notan gran cosa mientras meditan pero lo notan mucho cuando pierden el hábito.
Libérate de toda expectativa.
Busca un lugar tranquilo, solitario y silencioso.
Cierra los ojos y el pico.
Deja que sucedan cosas.
Permite que tu mente y espíritu se expresen, ajenas a ti.
Cuando lo necesites, para.
No hay un tiempo mínimo ni máximo.
No hay evaluación ni calificación.
Medita y que pase lo que tenga que pasar.
No lo dejes.
Vale la pena.
FUERZA Y PAZ.