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Codos más bajos y abiertos para frontal.
Muchas veces, en la sentadilla frontal, se nos ve la espalda alta completamente desprovista de tensión. Chepada, jorobada, redondeada, salida o como coño le queráis llamar, ya sabéis a lo que me refiero.
Como suelo decir “Si hay chepa hay pecho hundido”, y casi siempre se suele cumplir esta regla.
Siempre es más complicado trabajar lo que no se ve, y entrenando, es difícil tener una buena idea o consciencia o propiocepción de cómo estamos trabajando por ejemplo el gemelo, el femoral, el lumbar o, en el caso que nos ocupa hoy: la espalda alta.
De modo que mejor vamos a fijarnos en el pecho. Voy a sintetizar al máximo: Hay que conseguir tener el pecho bien abierto en esta posición. Si tenéis otras forma de conseguirlo pues fantástico, amén. Pero si aún no habéis dado con ello probad esto: Atreveos a bajar un poco los codos y abridlos a los lados (esto es lo más importante), colocad la cabeza bien atrás sin mirar arriba, agarre completo (yo uso gatillo) y sacad hombros.
Hace milagros. Cambia sentadillas frontales. Ya me contaréis.
PAZ Y HALTEROFILIA.