Buenos días tribu.
Hoy os contaré una bella historia con nuestros queridos ancianos y la sabiduría subyacente que poseen, mucho más útil en muchas ocasiones de lo que podemos llegar a creer.
Os mostraré además mis pensamientos sobre la relación entre nuestra biología de cada época de la vida y los problemas racionales de cada una de esas épocas.
Veremos como no son los problemas en sí lo que nos puede martirizar sino, en realidad, pensar sobre ellos fuera de un marco racional biológico. Es decir, la muerte me angustiará si pienso en ella a los 25 años, pero… ¿pensaré igual a los 85 cuando mi cuerpo y mi biología estén ya cerca de la llegada natural de la muerte? Veamos.