Buenos días tribu.
Ayer veía un documental sobre la famosa obsolescencia programada. Al principio lo veía y pensaba «joder qué cabrones», pero luego me di cuenta, profundizando un poco, que realmente pienso que no sería ni necesario que los fabricantes actuaran así.
Y no sería necesario porque, hoy en día, el ser humano ya hace ese trabajo mucho mejor que las marcas.
No necesitamos que las cosas se rompan o terminen su vida útil. Nos adelantamos a eso por culpa de nuestro deseo y envidia por conseguir lo último de lo último.
Estamos en la carrera de la rata. O no lo sabemos, o lo sabemos y ya nos está bien así.
PIDO TIEMPO MUERTO. YO ME BAJO AQUÍ. ¿Y TÚ?