Hola querida tribu.
Hoy os ofrezco una analogía para comprender mejor el capítulo de ayer sobre las lecciones que no entendemos de la vida.
Veremos como lo único que necesitas para ver terminado un tatuaje es ponerte tranquilo, integrar el dolor que produce la aguja y tener paciencia.
De este modo el tiempo suele pasar más rápido, y antes de que te des cuenta, verías el tatuaje terminado.
Si te pones nervioso, empiezas a sospechar del tatuador, de lo mucho que duele, del ruido y del diseño vas a pasar el peor rato de tu vida y después, encima, no vas a sacar nada de ello.
Espero que quede más entendible. Es muy importante.
Nos vemos mañana, SEGURO. PAZ.