Cuanto más organizado, menos estresado.
Porque no sólo es lo que haces sino cómo lo haces, cuándo lo haces y por qué lo haces.
Sin timón ni dirección sólo hay caos. Derroche de energía y su posterior falta de la misma.
Eficiencia, conservación, mínimo estrés.
FUERZA Y PAZ.