La esperanza no me dice que los buenos momentos llegarán sino que seré capaz de imponerme a los malos.
Que de alguna manera encontraré la manera.
Que de alguna manera encontraré una fuerza. Un impulso.
Que de alguna manera encontraré un camino.
Que de alguna manera encontraré un motivo.
Aceptaré y, así, me impondré.
Caminaré sobre arenas movedizas.
Mis temblores tonificarán mis músculos.
Respiraré bajo el lodo.
Abriré los ojos en la oscuridad. Y veré.
Todas mis heridas pasarán a ser cicatrices.
Mi piel se convertirá en un cuero grueso pero suave.
Y, al final, miraré hacia atrás y comprenderé el valor de la esperanza.
FUERZA Y PAZ.
Y ESPERANZA.