El mundo enferma de invención. De la invención del odio. Inventado porque no nacemos con él. Venimos a la tierra colmados de amor y con todo lo necesario para vivirlo, recibirlo y darlo. En algún momento nace el ego y el código del odio y la injusticia se instala. Esa es la herencia de la nueva sociedad: EL ODIO.
Te enseñan a odiar a aquél y al otro, a ese país, a esa gente, a ese gobierno, a ese vecino, a ese profesor, a ese que no te deja pasar en un cruce y hasta a Dios. Todo es susceptible de ser odiado y la transmisión y herencia del mismo es el ejercicio que puedes contemplar a diario en esta comarca. Y el cáncer sigue asolando. Ya no como si obrara escondido, es que ya obra ayudado y protegido.
Nadie pregunta sobre la historia o los motivos, sólo importa el odio.
Esta enfermedad no cederá hasta que un nuevo paradigma nazca. Y sólo comprenderá y vivirá de AMOR Y PERDÓN.
Los juicios desaparecerán, el miedo caerá y la PAZ será tan abundante como el vínculo que aún nos une.
Abandona el ODIO.