¿Por qué te enfadas tanto? Si al final puedes decidir si lo haces o no…
A mí me gusta pensar en ello cuando estoy contento. Me detengo un segundo y primero pienso en la alegría que siento para después pensar en cómo pude consentir perder ese estado en mi anterior cabreo.
Un par de veces al día me repito la misma frase: «Cabrearse es humano, ser libre para decidir no cabrearse es divino».