El Sentido Para Una Vida Entera.

«Busca una cosa, una.
Que al pensar en ella te digas, Dios, por esto sí vale la pena luchar y sufrir.
Por esto toda mi sangre es poca.
Que sólo con evocarla, la pereza, la desidia y la ansiedad desaparezcan.
Que al recordarla no sientas miedo de ir a por ella, sino miedo por no hacerlo.
Si la encuentras, si das con esa cosa, habrás encontrado un tesoro. Un manantial. Tu hogar.
El sentido para una vida entera.
Y no volverás a necesitar nada nunca más».

—Conversación de ayer con un cliente.

Que Leáis. Joder.

Cleo lleva días preguntándome por teoría y crítica literaria.

Le parece fascinante. Y es que lo es.
Podría pasar horas hablando sobre el tema.

En un momento dado me ha preguntado sobre qué es lo que más debería hacer para aprender a escribir mejor.
Yo le he contestado: «La principal tarea del escritor no escribir… sino leer».

Porque al fin y al cabo pensamos en palabras.
Y cuanto más lees, más palabras conoces, mejor saber usarlas y, por lo tanto… mejor terminas pensando.

Porque tienes más herramientas para pensar.
Y así, puedes pensar más ampliamente.
Y desde ahí, más profundamente.

Vamos, que leáis. Joder.
Si es que os interesa aprender a pensar mejor.

FUERZA Y PAZ.

Un Umbral De Satisfacción Muy Bajo.

Un umbral de satisfacción muy bajo.

De primeras puede sonar mal pero… a mí me parece algo muy bonito.
Y en gran parte es como me siento yo.

Doy gracias a Dios por no necesitar mucho para ser feliz.
Me siento incluso bendecido por ello.
Por poder disfrutar tantísimo de tantas cosas que no cuestan prácticamente nada.

Un libro, escuchar música, una película, escribir, mirar un documental, un paseo, jugar al UNO con mis niños, algún que otro videojuego… cuantísimo me llenan estas cosas.

Soy un tipo sencillo a quien le gusta una felicidad también sencilla. Humilde.
Y no lo cambiaría por nada. Por nada.

FUERZA Y PAZ.

¿Qué Es Lo Siguiente Que Podría Hacer?

Leía «Apocalipsis», de Stephen King, y en un momento dado, uno de los personajes se preguntaba qué era lo siguiente que sería mejor hacer.

Y, muchacho, me ha parecido la leche.

¿Qué es lo siguiente mejor qué podrías hacer entre todas las opciones disponibles?

¿Y qué pasaría si siempre pensásemos en eso a la hora de obrar?

Pues seguramente viviríamos la mejor vida posible.

Intenta hacerlo durante un tiempo.
Prueba ahora: ¿Qué es lo mejor que puedes hacer ahora?

Bueno, estás leyendo esto, es una buena cosa. 🙂

¿Y después?
¿Qué harás?

FUERZA Y PAZ.

Lo Que No Tienes Y Otros Sí.

Deja de mirar lo que no tienes y otros sí.
Aunque sea durante una temporada.

Quizá así seas capaz de volverte y disfrutar lo que sí tienes… y quizá otros no.

Te digo lo que me dijo uno de mis primeros clientes millonarios:
«Tú tienes a tu madre viva aún. Yo daría toda mi fortuna por poder abrazar a mi madre otra vez, aunque fuesen 10 segundos».

Nunca he escuchado a nadie decir que daría a su madre por abrazar 10 segundos un cheque de 100 millones de euros.

Por ejemplo.

FUERZA Y PAZ.

No Quites Mérito A Los Logros De Los Demás.

Nunca le quites mérito a los logros de los demás.

Porque puedes decidir.

Puedes criticar.
Puedes alegrarte.
O puedes callarte la boca.

¿Qué sueles hacer tú?
Y… ¿qué te gustaría hacer realmente?
¿Qué te gustaría ser capaz de hacer?
¿Qué tipo de persona te gustaría llegar a ser?

Porque, al final, el acto hace la persona.
Casi todos pensamos mal en algún momento. Todos tenemos ese veneno.
PERO NO TODOS VAMOS ESCUPIÉNDOLO.

Y si eso fuese así siempre… vamos, viviríamos un nuevo Edén.

FUERZA Y PAZ.

La Lista.

Toma un papel y escribe en él una lista de todas las cosas que te hace feliz hacer.

Ahora señala cuantas veces a la semana haces cada una de ellas.

Sea lo que sea lo que pongas, explicará muchas cosas.

Pruébalo y me cuentas.

FUERZA Y PAZ.

La Disciplina Y El Equilibro.

Decía Kant que la disciplina consistía en la capacidad de actuar de acuerdo con el deber.
Incluso cuando tus deseos pudiesen ir en contra de ello.

Vamos, hacer lo que es debido hacer, aunque no apetezca.

Lo que pasa es que… a veces lo debido es no hacer gran cosa. O nada en absoluto.
No necesitas, como decía Byung-Chul Han, auto-explotarte para realizarte.

Tranquilidad. Hay que hacer todo lo que es debido hacer y que sea buenamente posible hacer.

La vida pasa rápido. No podemos ir de tarea en tarea ni de pereza en pereza.
LA VIRTUD ES EQUILIBRIO.

FUERZA Y PAZ.

Las Decisiones Que No Tomamos.

Sobrevaloramos las opciones que no tomamos.

Y nos martirizamos con lo que bien que podría haber salido todo de haber elegido justo lo que no elegimos.

Y digo yo: «¿Y qué coño sabemos realmente sobre cómo habrían salido las cosas?»

Porque… perfectamente podría haber ido todo peor.
Igual ni estarías aquí.

Estamos siempre a un mal cruzar la calle de ser atropellados.

Lo mejor es pensar: «De lo que podría haber pasado no tengo nada que decir, pero tengo mucho que decir sobre lo que puede llegar a pasar». Punto.

FUERZA Y PAZ.

Lo Difícil Es Hacerlo Fácil.

Estoy en la última temporada de la serie Ozark.
Y no dejo de pensar en lo fácil que es complicarse la vida.

Mucho más fácil que simplificársela.

Curioso.
Lo más difícil es hacerlo fácil.

Y quizá sea aún más difícil mantenerlo fácil. O sencillo, como prefieras llamarlo.

Sea como sea, parece que sólo apreciamos la sencillez cuando la echamos en falta.
Igual que añoramos el frío en los peores días del verano y el calor en los días de ventisca y nieves.

Por si acaso, tenlo en cuenta: no hay nada mejor que una vida sencilla.

FUERZA Y PAZ.

Una Vida Sencilla Es Una Vida Mejor.

Decía Thoreau que se hacía rico reduciendo sus anhelos y necesidades.

Y como suelo decir yo: «el que mucho necesita poco se sacia».

Mi lista de deseos materiales:
Que mi coche, que tiene 22 años, me dure al menos 10 más.

Fin.

Una vida frugal y sencilla es una vida mejor. Siempre.

Simplificad. Todo. Al máximo.

Pasad buen domingo.

FUERZA Y PAZ.

Dime Que He Vivido Dignamente.

«Dime que he vivido dignamente.
Que soy una buena persona»

Así termina «Salvar al soldado Ryan».
Y seguramente así termine la vida de todos.

¿He vivido dignamente?
¿He sido buena persona?

Más nos vale tener algo bueno que decir sobre eso cuando llegue el momento.

Pero, por si acaso, hoy te podrías preguntar:
«¿Estoy viviendo dignamente?
¿Soy una buena persona?»

Y mañana, otra vez.

FUERZA Y PAZ.

Un Bocadillo El Doble De Grande.

Fui a un colegio un poco jodido.
Había buenos profesores pero eso era el puto Far West. De locos.

La cosa es que unos abusones siempre le quitaban medio bocadillo a un amigo mío.
Yo quería interceder por él pero eso era como decirles «soy tan flojo que necesito que mi amigo me defienda». Era complicado. Mi amigo terminaba la jornada muerto de hambre.

¿Qué hizo para solucionar ese problema?

Le pidió a su madre que le hiciese el bocadillo mucho más grande.
El mamón se traía un bocadillo de dos palmos.
Así, le quitaban la mitad pero al menos, con los que le quedaba, se saciaba.

Pues con el sistema y los impuestos pasa igual.
Ya te conviene ya hacerte el bocadillo bien grande para que, cuando te quiten la mitad, aún quede para saciarte.

FUERZA Y PAZ.

Objetivos O Algo Fuerte Por Lo Que Luchar.

No se trata tanto de tener objetivos como de tener algo realmente importante por lo que luchar.

Algo tan fuerte que, cuando te invada la pereza y el desánimo, con sólo recordarlo… recuperes de golpe y sin esfuerzo toda tu fuerza interior.

Alguien que tenga eso será simplemente imposible de derrotar.

Busca ese algo. Con absoluta desesperación.

FUERZA Y PAZ.

Pensar En Pensar.

Cuando tienes poco tiempo para pensar, piensas poco.
Y cuando pasas mucho tiempo sin pensar de verdad, se te termina olvidando cómo hacerlo bien.

Dicen que nunca se te olvida cómo montar en bici.
Pero no es cierto.
Porque no es lo mismo saber cómo se hace algo que hacerlo.

Guarda un tiempo diario para pensar. Sólo para pensar.
A fin de cuentas, si pensases mejor… tu vida sería mejor. ¿No te parece?

FUERZA Y PAZ.

 

Romper Patrones. Como sea.

Recuerdo una noche. Estaba solo. Era tarde, algo así como las 4 de la madrugada.
Me sentía infeliz, desgraciado, amargado y arrinconado. Ah, y sin un puto duro.

Encima no entendía cómo había llegado exactamente hasta ahí.

Apagué la tele y me senté en el sofá con las manos sosteniendo mi cabeza.
«¿Qué puedo hacer? Ni puta idea».

Porque es verdad, no tenía ni idea de por dónde empezar.
Pero… de repente me vino la respuesta que me cambió la vida: «Haz lo que sea, pero haz cosas nuevas y diferentes».

Se acabó. Eso bastó.

Me puse a romper patrones como un loco.
Desde mi forma de vestir hasta mi forma de andar. Desde mi corte de pelo hasta la hora a la que me iba a despertar. Hostias, cambié hasta la decoración y distribución de mi ático.
Y cada día me preguntaba: «¿Qué puedo hacer de distinto hoy?».

¿Qué pasó?
Que las cosas cambiaron.
Tardó, no te mentiré. Pero cambiaron. Muchísimo.

Espero haberme explicado.
FUERZA Y PAZ.

Deja Que La Verdad Haga Su Trabajo.

Hace una semana, después de varios meses (sí, meses) insistiendo, un cliente se atrevió a decirle la verdad a su esposa.

«No soy feliz aquí».

Estaba entre eso o directamente divorciarse.

«Para divorciarte siempre estás a tiempo. Antes, deja que la verdad haga su trabajo».

¿La reacción de su mujer?
«Ya lo sabía. ¿Crees que podemos arreglarlo? Te quiero y deseo seguir a tu lado».

¿Qué pasó después?
Se dijeron la verdad. El uno al otro.

¿Resultado?
Han avanzado más en una semana que en los últimos 2 años.

La verdad es el único camino por el que vale la pena andar.
Por muy cuesta arriba que a veces se ponga.

Y recuerda, sólo la verdad señala lo que es debido hacer.

Sí, la verdad es para valientes o para los que quieren llegar a serlo. Punto.

FUERZA Y PAZ.

 

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