Aprender a decir NO es muy difícil.
Tan difícil como necesario.
Te he preparado 3 consejos para que empieces a hacerlo y te cueste cada vez menos.
Y recuerda: si no puedes decir no cuando deberías decir no es que eres mucho menos libre de lo que crees.
Vamos allá:
- Tienes derecho. Si necesitas y quieres decir NO, debes hacerlo. Eres dueño de tus síes y de tus noes, entran dentro de tu capacidad y derecho para ejercer tu libre albedrío. No hay nada más normal que esto. Es comprensible e incluso bueno querer complacer a las personas que te rodean pero no tienes la obligación de hacerlo cuando sientes en todo tu ser que no puedes ni quieres.
- Acepta que te digan que NO. ¿Nunca te han dicho que NO? Seguro que sí. ¿Y qué? ¿Acaso tu vida se ha desmoronado por ello? Pues tranquilo, no vas a desmoronar tú la vida del otro por decirle que NO alguna vez. Aprende a estar cómodo con el hecho de que te digan que NO y comenzarás a sentirte cómodo con el hecho de decirlo tú.
- Aprende a decirte NO a ti mismo. Así como no sería bueno que accedieses a todas tus propias peticiones tienes que entender que no es bueno (ni para ti ni para el otro) acceder a todas las peticiones de los demás. Integra el NO en tu vida como parte natural de las opciones normales disponibles.
Adelante. Estás en tu derecho.
26/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: La regla nº 43 de mi libro trata exclusivamente sobre este asunto. No te lo pierdas: https://amzn.to/4h0nIH3