Buenos días tribu,
Todos tenemos en algún momento sapos que tragarnos. Esos problemas o asuntos que nos provocan una mezcla de pereza y miedo sólo de pensar en lidiar con ellos.
Pero pongo en duda que uno pueda funcionar a máximo rendimiento, explotando su ilimitado potencial, con un sapo en la mano y la mente esperando ser tragado de una puta vez.
Pensemos en ello. Seamos valientes.