Byung-Chul Han ha ganado el Premio Princesa de Asturias 2025.
Y a muchos críticos no les ha gustado eso.
A mí, personalmente, me da lo mismo. Y tampoco me parece que el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades sea la repanocha a pesar de haberlo ganado personas de la talla de María Zambrano, Umberto Eco, Julián Marías y alguno más, como excepciones a un listado de ganadores demasiado ecléctico a mi parecer (Google en 2008 o Les Luthiers en 2017, por ejemplo).
Quiero decir, porque parece que muchos lo creen así, que Byung-Chul Han ha ganado un premio al filósofo del año o algo así, cosa que de ningún modo casa con la realidad del premio.
Mi sorpresa ha venido cuando he leído muchísimas críticas a la figura y obra del filósofo surcoreano por haber ganado el premio en diferentes medios escritos.
Le critican, por ejemplo, que publique un libro al año, que sea demasiado accesible y que lo lea demasiada gente ajena al ensayo filosófico clásico (o serio, como he leído en alguno de esos medios).
Y yo me pregunto: ¿Y? ¿Qué tiene que ver?
Ahora resulta que para ser un buen pensador y escritor hay que escribir cada 10 años, escribir mal y aburrido y además tienes que evitar que ciertas personas que no leen a Kant te lean a ti.
Con perdón: menudas chorradas.
De verdad que, a veces, alucino con las críticas que se hacen.
A mí, personalmente, me gusta Byung Chul-Han aunque no tanto como para leer toda su obra. Me parece un autor correcto, interesante a veces, demasiado relamido escribiendo pero si algo le agradezco es que gente que no se atreve con la filosofía vea uno de sus muchos libros y se diga a sí misma «pues con este me voy a atrever».
Benditos los autores que provocan lectores.
52/1000
FUERZA Y PAZ.