Reflexiones y escritos diarios sobre la vida.
Y la cuestión es que no he vuelto a necesitar la motivación para hacer nada.
Ni pienso en ella. Ha sido como dejar un vicio. Un mal hábito.
Sí, eso es: la motivación es un mal hábito.
Me siento más libre así.
No lo habría creído en su momento pero… la disciplina me ha hecho más libre.
Si mantengo mi disciplina y no me salgo de esta ética y moral, el caos será imposible. Mi paz será fuerte e irrompible. Mi satisfacción me acompañará a la cama cada noche. Y mis días hasta que toque el fin estarán llenos de sentido y significado.
Esta es mi apuesta y en ella va mi disciplina. Mi confianza.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Lo veo casi a diario y sigo alucinando.
¿Qué les hace creer que van a conseguir algo importante sin cierto sacrificio?
¿Qué les hace creer que van a tener éxito en lo que poca gente consigue sin disciplina y esfuerzo?
Se cree que hay más historias de éxito que de fracaso. Pero esto no es cierto. Lo único que pasa es que quien gana, lo cuenta. Y quien no, calla.
Aún es la hora en que un amigo viene a contarme toda la pasta que ha palmado en la bolsa.
A mis casi 38 años estoy convencido de que no sería nada sin mi disciplina.
De hecho, si tuviese que elegir entre talento y disciplina, sin dudarlo, me quedaría con mi disciplina.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Con la disciplina de la autobservación. Del análisis de mis propios actos.
Del deseo de enmendar mis errores y aquellas partes de mí de las que no me enorgullezco.
Del cambio en mi forma de pensar y actuar.
Todo esto solo puede suceder si me someto a un proceso de autodisciplina.
Por lo tanto, no hay mejoría sin disciplina.
Es imposible.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
La falta de disciplina siempre pasa factura.
Tú sabes que lo que quieres es poder contar contigo.
Saber que no vas a fallarte.
Estar bastante seguro de que llegado el momento darás la cara por ti.
Pues bien, esto solo es posible para el corazón disciplinado.
Para el alma que da un paso al frente y hace lo que tiene que hacer.
Lo contrario es un martirio.
Porque yo puedo soportar que me fallen pero no podría soportar haberme fallado.
La factura que presenta la indisciplina es el derrumbe de mi autopercepción.
Es la incomodidad en mí. Por mí.
Ahora dime que la disciplina no vale la pena.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Es la recuperación de la sensación de dignidad y autocontrol.
Autodominio y respeto por uno mismo.
Es la consecución de la fortaleza como subproducto. Algo inevitable.
Como quien desarrolla piernas fuertes porque tiene que subir montañas a diario para conseguir alimento.
Y es una apuesta segura. Nunca he conocido a nadie decir algo como «no me gusta tener disciplina«.
Si se vendiese en pastillas, se vendería a millones.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Y no es que quiera llegar exhausto al final de los días, lo que quiero es no llegar lleno de remordimiento.
Una vida tirada a la basura no es más que la acumulación de muchos días únicos tirados poco a poco a la basura. Uno tras otro, a lo largo del tiempo.
Por eso me levanto cada mañana pensando en qué es lo que necesito hacer para que ese día cuente. Y una vez lo tengo, lo hago. Y punto.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Recuerdo mi antigua versión indisciplinada.
El sentimiento de autodesconfianza. El regusto amargo de la falta de compromiso conmigo mismo y con mi vida.
El fallarme de forma constante.
Solía tener mucho el siguiente pensamiento: «soy gilipollas, no estoy haciendo nada con mi vida«.
Y podría haber sido así el resto de mi vida de no haber tomado una decisión.
Fue un día, paseando, más bien vagando. Y me dije: «me voy a convertir en el tío más autodisciplinado del mundo. Me voy a convertir en una máquina de hacer lo que hay que hacer«.
Creo que todo lo bueno que tengo en mi vida salió de ahí.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Este es todo el truco que hay.
El que siempre andas buscando.
Lo que puede que no sea el truco que querías leer.
Pero eso no lo hará menos válido.
Tú dirás: «si yo la teoría me la sé«, seguido de un «si yo ya sé lo que tengo que hacer«.
No. No lo sabes. No te sabes la teoría porque has sacado a la disciplina de la ecuación. Ergo ecuación incompleta. Ergo no sabes nada.
Quieres resolver la ecuación sin el signo de adición. Sin el +.
1 + 1 = 2. Pero tú, en el fondo, lo que quieres es que 1 + 0 sea igual a 2.
Y no lo tendrás nunca.
Toma el truco.
De una puta vez.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Lamento decirte que nadie puede hacerse fuerte sin pasar antes por la disciplina.
Como nadie puede llegar al kilómetro 2 sin pasar por el kilómetro 1.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Cuando aprendes a decir NO a remolonear 10 minutos más en la cama.
Cuando aprendes a decir NO a la pereza cuando tienes que hacer ejercicio.
Cuando aprendes a decir NO a procrastinar cuando no es el momento.
Cuando aprendes a decir NO a tomar decisiones y elecciones que debilitan tu carácter.
Cuando aprendes a decir NO a comer lo que no debes cuando no toca.
Cuando aprendes a decir NO a ver un capítulo más de esa serie para dormir las horas necesarias.
Cuando aprendes a decir NO a enviar un mensaje arrastrado a tu ex haciéndote la víctima.
Cuando aprendes a decir NO a hacer la pelota por un puñado de migajas.
Cuando aprendes a decir NO a elegir siempre la opción más fácil y cómoda.
Cuando aprendes a decir NO a seguir escondiéndote de la vida y la verdad.
Por ahí empieza.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Porque en la mayoría de casos no es así.
Si no encuentras una supercoherencia entre pensamiento y acción lo que encontrarás a cambio será el caos.
La desorientación. El choque brutal entre expectativa y realidad.
El «¿cómo coño he llegado hasta aquí?».
La disciplina es coherencia. Concordancia. Consecuencia.
Quiero X y hago por conseguir esa maldita X.
Quiero 2 y hago 1+1.
Conviértete en una línea recta entre A y B.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Ni a nivel profesional ni a nivel personal.
Hay una especie de matemática donde no parece que deba haberla.
En la cuestión del éxito la hay.
Todas las personas de éxito hablan siempre de la disciplina y de lo que se desarrolla a partir de ella.
Orden, planificación, determinación, organización.
También hablan de la persistencia y la resistencia.
Y en ello consiguen la visión a largo plazo, la paciencia y la perseverancia.
Por último, muestran la espada de la humildad.
Que les permite que ni uno solo de los valores previos se desvirtúe.
Y que no consiente que la vanidad y el ego tomen el control.
Quizá te convenga probar, por una vez aunque sea, a cambiar tus objetivos.
Y en vez de apuntar hacia el éxito podrías probar de apuntar hacia la disciplina, la persistencia, la resistencia y la humildad.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Pero con viento en contra, empujándote la cara y haciéndote cerrar los ojos, la cosa se complica. En ese escenario, muchos se dan la vuelta y se marchan a casa.
«Ya iré mañana, hoy es demasiado difícil«.
`Pero… ¿y si resulta que en ese camino el viento siempre sopla así?
¿Ya no querrás andarlo?
¿No es un buen camino solo porque sea difícil?
Solo debes seguir una máxima: hacer lo que es debido.
Sea difícil o no.
Te apetezca o no.
Quieras o no.
Ayude el viento o no.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Por esto es que suelo decir que existen las cosas que me gusta hacer y las cosas que me gustará haber hecho.
Tú ahora mirarás con el gesto torcido a estas últimas.
Pero son justo éstas las que más potencial tienen para cambiar el rumbo de tu existencia a mejor.
A nadie le gusta ahorrar pero a todo el mundo le gusta tener dinero ahorrado.
Por ponerte solo un ejemplo.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
Para muchos, la disciplina es suplicio. Un castigo.
Quieren llegar del 1 al 3 sin pasar por el 2.
Ese 2 lo quieren por derecho, por defecto. Y es más, no quieren que otro se haga con el 2 por otra vía. Mucho menos por la vía del mérito.
Eso les desmontaría el escenario y terminaría con la grotesca comedia de sus vidas.
Tienes que decidir en qué lado quieres estar.
Porque de hecho ya estás en uno.
Si quieres estar del lado de los que abrazan la disciplina o del lado de los que la detestan.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
¿Nunca te has preguntado cómo sería tu vida si fueses más disciplinado?
Es más: ¿nunca te has preguntado cómo habría sido todo de haberlo sido más?
¿Hubiese sido mejor o peor?
Me lo imaginaba.
Entonces, la siguiente pregunta es:
¿Cómo crees que será tu vida si empiezas a ser más disciplinado?
Si miras cómo has vivido y cómo vives ahora no hace falta ser muy listo para prever cómo te irán las cosas en el futuro.
La vida cambia cuando uno cambia.
Cuando repasando el mapa de la historia de alguien se observa claro un punto de inflexión. Una revuelta personal. Una revolución.
Si nada cambia, nada cambiará.
Tenlo claro.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.
No puede haber disciplina sin orden.
Si quieres llegar a ser disciplinado antes tendrás que aprender a organizarte.
Aprender a planificar.
A elegir lo que harás o rechazarás hacer con tu tiempo.
«Dime lo que tengo que hacer y, al final del día, podrás decirme si he cumplido o no».
Nunca he conocido a una persona disciplinada sin una agenda trabajadísima.
¿Tienes tú una agenda así?
¿Tienes tan siquiera una?
FUERZA Y PAZ.
¿Qué es ser libre?
Difícil responder a esto.
¿Qué es ser disciplinado?
Fácil: La puerta más grande hacia la libertad.
Quien no se gobierna, no se educa ni se controla es un esclavo de sí mismo.
Un siervo al servicio de lo que no importa.
Un pobre vasallo que no distingue entre lo que su amo necesita y lo que quiere.
Un marinero que desconfía porque sabe que su capitán no sabe hacia dónde va.
Libre no es el que hace lo que quiere sino el que hace lo que debe, porque quiere.
FUERZA Y PAZ.
El talento es escaso.
Pero la disciplina lo es más aún.
El talento no se aprende.
Pero la disciplina sí.
Así pues, te digo:
Haz de la disciplina tu talento.
Porque son más los talentosos que se quedan por el camino que los disciplinados.
Porque nadie ha llegado nunca a ninguna cima sin disciplina.
Ni lo hará.
FUERZA Y PAZ.
