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Mes: noviembre 2017

Filosofía & entusiasmo.

Decía Bertrand Russell que toda persona que quiera ser feliz debe buscar una actividad que le entusiasme. Y que además le suponga un reto que sea difícil pero alcanzable.

Entusiasmo.
Pasión.
Corazón.
Estudio.
Reto.
Progreso.
Necesidad.

VIRTUD.

Dan ganas de hacerle caso, ¿verdad?

Os aconsejo leer a los grandes filósofos de nuestra historia. Suelen coincidir en no andarse con chorradas. Justo lo que necesita el mundo hoy en día.

Bertrand Russell. Amén.

Paz.

 

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Dos presos miraban por la ventada de su celda…

…Uno veía barro, el otro ESTRELLAS.

Es de Robert Louis Stevenson.

En una de sus últimas cartas escribió: «Durante catorce años no he conocido un solo día efectivo de salud. He escrito con hemorragias, he escrito enfermo, entre estertores de tos, he escrito con la cabeza dando tumbos»

Eso es amor por lo que uno decide entregarse.

Pienso que un hombre se mide por lo fácil que resulte quitarle su ilusión.

Por lo fácil que pueda perder su amor y optimismo.

Si hay un sentido para esta vida, debe acercarse mucho a la capacidad de cada ser de perdurar, después de su muerte, mediante su mensaje de amor.

Como un legado perpetuo, puedes esforzarte por dejar una casa a tus hijos o un torrente de amor que dure, por siempre, después de tu marcha.

Qué bonita puede ser la vida cuando no hacemos el gilipollas.

PAZ.

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Contribución en la Sociedad & la Felicidad.

Creo que hemos pasado por alto una gran posible causa de infelicidad que está contribuyendo a aumentar el mal infeliz de nuestra sociedad.

No sé cómo resumirlo pero podríamos llamarlo algo así como «Dado de baja de la Sociedad».

Me refiero a que creemos que no tenemos nada que aportar a la sociedad, y por lo tanto no hacemos nada por ella. Un cruce entre «no soy nadie» y «que le den a los demás». El espectro es muy amplio y abarca desde aquellos que no dejan pasar nunca a nadie en el paso de cebra hasta esos otros que compran todas las barras de pan de la tienda sin preguntar antes a los demás si alguien quería pan también.

Pensarás que esos ejemplos son demasiado pequeños para que la comunidad note algo, pero imagina que todo el mundo despertara cada mañana con la intención de hacer algo bueno por alguien más. Pienso en mi pueblo, somos 40000 habitantes, ¿no sería brutal imaginar 40000 personas dispuestas a dejarte pasar en la cola del súper, sonriendo al dar los buenos días, sin cabreos al volante, trayéndote un café sin pedirlo, llevando a sus hijos al parque por sorpresa, aparcando donde toca y si no hay yendo a pie donde sea que hay que ir (yo acabo de ver un coche aparcado la mitad sobre el paso de cebra y la otra mitad sobre la cera, todo con la importante misión de tomarse un café y no caminar demasiado). Son sólo ejemplos. Puedes imaginar los tuyos y hacer ciencia-ficción.

Porque parece que hablamos de eso. Fantasía, una película o experimento social. ¿Podría llegar a ser algo habitual?

«¿Te ayudo con esas bolsas?»
«¿Necesitas ayuda?»
«Me alegra mucho haberte visto»
«Te deseo un gran día»
«Tranquilo, todo va a ir bien»

Tampoco pido que saques la escoba a la calle y barras medio pueblo, ni que montes una ONG, tan siquiera tienes que dar pasta a la iglesia si no lo deseas. Te pido que salgas a la calle en modo «Contribución», en modo «vamos a hacer un mundo mejor», pensando en «¿cómo puedo ayudar hoy?».

Los pensamientos de hoy por las acciones de mañana. Por el mundo del futuro. Tú verás.

Joan Gallardo Coach.

PAZ.

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Libre y quejoso.

Lo veo muchas veces, personas que exigen libertad para actuar, a veces incluso la ejercen, y después se quejan amargamente de las consecuencias de dicho acto.

Lloran por las críticas recibidas, se cabrean por las opiniones derivadas y patalean por las repercusiones.

No me jodas, eres un hereje de la libertad.

Eso no es ejercer tu libertad, eso es mercadear y especular.

Lo que querías era un «hostia que tío más auténtico, chapeu». Pues no.

La libertad no se ejerce esperando algo a cambio, se ejerce por necesidad propia y convicción de los principios originalmente propios.

Es como ese día que no pudiste más y gritaste al cielo con toda tu alma, tenía que salir para no ponzoñar dentro. No importaba la nota o la melodía del grito, ni lo que pudieran opinar al verte así. Lo tenías que hacer, y punto.

Quiero ejercer mi libertad y que no me critiquen por ello. Sí sí, suena a libertad pura e incondicional.

La libertad es valiente y no espera nunca nada a cambio, aunque luego llegue en algunos casos.

Hasta que no comprendas esto, mejor seguir callado.

Mejor comprender que hacer.

Mejor callado que llorón.

PAZ.

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Frustrasuperación.

La superación de la frustración.

O la supresión de la frustración.

No temer perder. Encarar sonriendo los fallos preguntándose qué cojones estás por aprender.

Y saber que es así. Que va de eso.

Tanto es así que los días buenos me provocan sospechas e irónica desconfianza.

Todo lo real es necesario decía Schopenhauer. Como para discutir.

Paz.

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La Tiranía de la Opinión Pública.

Decía Bertrand Russell que «como regla básica, uno debe respetar la opinión pública lo justo para no morirse de hambre y no ir a la cárcel, pero todo lo que pase de ese punto es someterse voluntariamente a una tiranía innecesaria», al tiempo que, con su habitual lucidez, explicaba la actitud de los guardianes y soldados de la normalidad y mediocridad en los siguientes términos:

«La opinión pública siempre es más tiránica
con los que la temen
que con los que se muestran indiferentes a ella»

Podemos coger el concepto y llevarlo a la empresa donde trabajas, junto a la máquina de café. También podemos extrapolarlo al patio de la escuela de primaria de turno o la escalera de tu comunidad. El bar de la plaza sirve así como el pub pijo donde quieres que te vean siempre.

Como sepan que tienes miedo del «qué dirán» estás jodido, van a ir a por ti. A nadie le gusta perder una pelea y a ti te tiemblan las piernas, se te ve a trescientos metros. Eres una invitación formal al «voy a decirle a ese lo que pienso de él, me tiene hasta los huevos». Prepárate.

Lo que puedes intentar es entrenarte para la indiferencia, para perder el miedo. Para que, literal y sinceramente, te importe un carajo la opinión pública. Lo que puedan decir o pensar de ti no tiene importancia mientras vivas la vida bajo tus principios, que además podrán ser cambiables, originales y personales.

Si no temes la tiranía de los «opinadores» ajenos, que por norma suelen ser tremendamente cobardes, evitarás las conocidas situaciones que llevas años soportando, y ya no por miedo o preferencia sino por su falta de necesidad y coherencia.

Serás irrompible de entrada, un frontón que devuelve todas las bolas sin fallo, tan siquiera por acción, pues será por perfecta pasiva. Incansable porque no tendrás que hacer nada salvo ver como los soldados (o haters como se llaman ahora) se baten patéticamente en pseudo-retirada. Para, seguramente, no volver jamás.

Haz caso a Bertrand Russell. No tengas miedo. La tiranía necesita el miedo ajeno para alimentar su poder, por lo tanto si no hay miedo no hay poder. Ni tiranos.

Un día, todo cambiará y no será necesario un texto así, mientras tanto: NO TENGAS MIEDO.

PAZ.

Joan Gallardo.

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Moby y el éxito coherente.

Leí hace no mucho en un buen libro que Moby (el galardonado y famoso músico entre mucha cosas) se rebelaba contra los supuestos »números de éxito» Que por qué 5 millones de discos vendidos está bien y no 1 millón, o 400000 o incluso 2000. Dos mil discos vendidos le parecía un número muy bonito. Incluso estaba más cómodo como medida coherente de éxito.

2000 discos, 500 libros, un maratón en 4 horas o un Snatch bonito de 75 kilos.

Lo dice él que ha vendido millones de copias de sus trabajos… La próxima vez que te preguntes si lo estás haciendo bien o no, si estás siendo exitoso o no, acuérdate de Moby.

PAZ.

 

10 Citas de «Presencia», por Rupert Spira. 2ª Parte.

Me consta que os gustó mucho el post con 10 citas del maravilloso libro de Rupert Spira «Presencia», por eso os regalaré, de su parte, una segunda parte con otras 10 citas increíbles. Vamos allá:

  1. Un objeto aparente nunca es bello por sí mismo. El verdadero arte no es una representación ni una abstracción. Es revelación, la revelación de que el amor es la sustancia de todo cuanto existe.
  2. Toca algo que parezca sólido. Todo lo que encuentras ahí es el «toque», la «sensación». ¿Y cómo de sólido es ese «toque» o «sensación»? Observa claramente que la «solidez» es también un concepto superpuesto a la experiencia por el pensamiento.
  3. Tan sólo existe el amor y la ocultación del amor, pero nunca la ausencia de amor.
  4. Cuando el yo separado se derrumba, el yo verdadero brilla.
  5. La ausencia de paz y felicidad es la experiencia que conocemos como sufrimiento o infelicidad y va siempre acompañada de una búsqueda para recuperarlas. No es posible sufrir y no estar buscando la paz y la felicidad.
  6. De hecho, el yo separado no es una entidad; es la actividad de evitar y buscar.
  7.  El amor sencillamente despierta a sí mismo por sí mismo.
  8.  Aquello que la luna cree que son objetos son, para el Sol, tan sólo su propia luz. Aquello que la mente cree que son objetos son, para la conciencia, tan sólo su propia luz conocedora.
  9. El sufrimiento es, por definición, una resistencia a la situación actual y la inevitable búsqueda de una alternativa en el futuro. Si no hay ninguna resistencia a la situación presente, no hay sufrimiento.
  10. Sencillamente, el dolor no puede resistir el ahora. Necesita un pasado o un futuro para sobrevivir.

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Deporte es jugar. Divertirse obliga a rendir más y mejor.

Puede ya la ciencia llegar después del amor?

Podemos hablar más de lo bien que lo pasamos y menos de Mitocondrias y carajeras?

Habrá que buscar estudios para aprender a pasarlo de puta madre entrenando. Hostia puta.

Puede ser:
–Recuerdas ese entreno que casi te partes la crisma con la barra y las risas que nos pegamos después?

O esto:
–Tío recuerdas ese día que subimos la sentadilla una milésima más rápido y que encajamos el snatch 1cm más abajo? Qué locurón macho. Lo recordaremos siempre y lo contaremos a los demás.

Jugad o dejad jugar.

PAZ 🕊

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Gratitud.

Yo he jugado así. Diría que en bastante peor lugar. Cemento/lija. Mi colegio estaba pegado a una abandonada estación de tren donde los pobres yonkis iban a chutarse. Había tantas jeringuillas tiradas como niños curioseando.

Aún se iba a pie al colegio. Decenas de niños cruzaban el pueblo. Ríos de inocencia y asfalto.

Si querías jugar ibas al barrio de tu pandilla y al llegar a la colmena en forma de bloques de pisos al por mayor dabas gritos hasta que una cabeza asomaba por una ventana.

Los campos de fútbol con mucha tierra nos parecían el Bernabéu. No tenemos apenas fotos de nuestra niñez porque revelar fotos era un lujo.

Cuando había balones eran de color «viejo y barato». El chándal llevaba más parches que cualquier bici.

Un coche abandonado era una atracción y una turba.

A los 10 años ya habías terminado cogido del cuello con un amigo (o no amigo) en un suelo sostenido por bubbaloo y Marlboro.

Pero teníamos corazón. Lo teníamos y todo el mundo hacía lo que podía.

Éramos salvajes pero felices. Apreciábamos lo que teníamos y no pedíamos más.

La cuestión es: ¿cómo coño voy a quejarme de nada de lo que me pueda suceder ahora?

No podríamos vivir mejor. Si estás leyendo esto y yo lo estoy escribiendo es que, en el fondo, estamos viviendo un milagro.

Admítelo.

Paz.

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