Buenos días tribu.
Cuánto nos enseña el dolor. Su realidad es más esclarecedora que mil teorías perfectas juntas.
Sencillamente lo entiendes. Mejor que nada. Y es tal real que uno puede llegar a sentir el miedo que esconde el dolor. Sin embargo la parte buena es que el dolor enseña mucho de uno mismo. Puede incluso enseñarnos QUIÉN SOMOS EN VERDAD.
Quién eres en un momento de crisis y dolor. Qué eres capaz de entender. De comprender. Cómo puedes interpretar esta mierda. Qué me quiere decir este dolor punzante en el corazón.
Ahí tenéis el tesoro. La valentía. La fortaleza que queda tras el dolor. El renuncio de la mediocridad para que la grandeza sea un posible hoy. Si el dolor es la moneda a pagar yo llenaré esas sacas.