Buenos días tribu.
Hoy os traigo un camino de felicidad que le devolvió «la gracia» a la comunicación personal y al contacto con las personas.
La renuncia y el rechazo de la actual vulgarización y banalización del tipo de comunicación a la que tenemos acceso hoy en día.
Una saturación brutal y un exceso que nos está empachando silenciosamente.
He encontrado mucha paz, silencio y magia en ese volver a echarse de menos, en ese contacto más esporádico y menos rutinario. Además he descubierto el agradecimiento por parte de la otra persona a recibir algo más que un meme, una fake new o un whatsapp eludible…
Vale la pena asomarse al menos para ver a qué huele este camino… y disfrutar el silencio que emana.
Nos vemos mañana, seguro. PAZ.